Egipto participó en la Exposición Universal dentro del pabellón conjunto de los países árabes, al final de la Avenida Cinco. Una simulación de una pirámide dentro del pabellón acogió noventa piezas de arqueología y arte que abarcaban desde los más remotos tiempos faraónicos (4.500 a. de C) hasta nuestros días.
Había muestras de la historia faraónica, grecorromana, Copta e Islámica. Debido al incalculable valor de las piezas que se exhibieron en el pabellón, los responsables del pabellón lo habían asegurado en más de 4.500 millones de las antiguas pesetas.
Es casi imposible recordar con total descripción detallada de cada una de las noventa piezas, totas de incalculable valor, que se exhibió dentro de la <<pirámide>> que se había creado en el pabellón.
Cada una de estas piezas estaban protegidas por una vitrina, por lo que únicamente se podían contemplar a una cierta distancia, lo que le daba un mayor toque de distinción.
La civilización faraónica, que va desde el periodo predinástico hasta el segundo periodo Persa, se desarrolló en el valle del Nilo, y va desde el 4.500 al 30 a. de C. El egipcio era sensible al medio en que habitaba. Entre las esculturas que destacaron estaba la del rey Kefren, cuarto soberano de la Dinastía IV, quien ordenó construir la segunda pirámide de la meseta de Guiza; y otra de Isuy con su familia, de la dinastía saíta.
También se podía ver en el pabellón de Egipto una escultura del faraón <<Ramsés II>> en actitud oferente, que pisa descalzo en un lugar sagrado.
Además, se veía la esfinge de una reina, donde conjugaba la cabeza humana, símbolo de la inteligencia, con el cuerpo de un león, símbolo de la fuerza; también una vasija de oro del rey Ahmose, perteneciente a la tumba de Psusennes, de la Dinastía XXI, una de las más ricas encontradas.
Un espejo característico de la época, uno de los accesorios más utilizados en el cuidado personal de la persona en toda la historia de Egipto. Asimismo una hoja de afeitar y utensilios para cortar y arreglar el pelo. Para los antiguos egipcios el cuidado del cuerpo e higiene personal era muy importante sobre todo en la clase elevada. Se lavaban varias veces al día, llevaban el pelo muy corto y los hombres no usaban ni bigote ni barba.
También se podía ver en el pabellón una piedra de coronación de las pirámides. Las tumbas reales durante los Imperios Antiguo y Medio fueron construidas en forma de pirámide y en cuya cima se colocaron una piedra de material especial.
Entre las figuras decorativas en el Pabellón de Egipto destacó, un león de bronce fundido, que hacia la función de fuente; reloj solar de piedra y caliza con bajorrelieves que indicaban las horas del día y el horario de las oraciones; y panel hecho de mosaicos de mármol, que se empleó para decorar las construcciones del periodo otomano; también una caja para guardar el libro sagrado del Corán, compuesto por 30 volúmenes.
El Día Nacional de Egipto en la Expo 92 estuvo presidido por el ministro de Cultura de Egipto, Farouk Hosni, el ministro Tomás de la Quadra y el comisario general de la Expo, Emilio Cassinello que recordó la influencia de la cultura egipcia en el mundo occidental: <<La celebración de la presencia de Egipto en la Expo nos ofrece una oportunidad para rendir homenaje a una civilización en la que identificamos muchas claves, de esos hitos del avance científico y cultural, que explican que las sociedades se muevan, progresen y se proyecten hacia fuera>>, de esta manera Cassinello elogió los descubrimientos e innovaciones aportadas por el mundo egipcio.