El presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol inauguró el día de honor de Cataluña en el Pabellón que fue un exponente del desarrollo catalán, en dicho pabellón se mostró semanalmente veinticinco empresas creadas en la comunidad autónoma y otras tantas multinacionales con gran implantación en Cataluña.
Pujol expresó su deseo de que se mantuviera los buenos auspicios con que comenzó la Exposición Universal, el presidente catalán dijo sentirse aquella jornada impresionado por la Expo de 1992, que según él reflejó un mundo que se orientó hacia la unificación sobre las bases de la democracia, el desarrollo tecnológico y la economía de mercado.
Durante los actos del día de honor de esta comunidad autónoma en el recinto, Pujol estuvo acompañado, además de por el ministro Virgilio Zapatero y el comisario general, Emilio Cassinello, por personalidades catalanas del mundo de la cultura, como la soprano Montserrat Caballé que no pudo cantar <<LÉmigrant>> tal como estaba previsto, por encontrarse muy sofocada a causa del calor, también acompañaron a estos actos, el tenor José Carreras, la actriz Nuria Espert o el actor Josep Maria Flotats.
El comisario general de la Expo 92, Emilio Cassinello, alabó el gran diseño arquitectónico del pabellón con ese mural de Tapies que avisaba al visitante de que llegaba a Cataluña.
Tras la muestra de folclore catalán, con las actuaciones de la cobla La Principal de la Bisbal, el esbart Joaquim Ruyra y la colla de castellers de Vilafranca del Penedés, que formaron varias veces sus tradicionales torres humanas, se inauguró oficialmente el pabellón mientras se izaba la bandera de la comunidad autónoma y sonaba los acordes del himno <<Els segadors>>
El pabellón de Cataluña, aun huyendo de lo convencional, fue sobrio y sencillo, alejando su fachada de cualquier alusión barroca, según lo concibieron sus creadores, los arquitectos Pere Llimona y Xabier Ruiz.
También colaboró en el diseño del pabellón, rompiendo su serio aspecto, la pintura de Antoni Tàpies que servía de reclamo.
La estructura, metálica y desmontable, fue revestida de paneles de color gris pálido, y algunos muros de la fachada fueron taladrados para dejar pasar la luz.
El diseño arquitectónico del pabellón de Cataluña tuvo disposición interior en torno a un gran vano central sobre el cual discurrieron en espiral las plantas, con una columna totémica audiovisual centrada en tres aspectos de la realidad catalana: turismo, diseño y arquitectura.
El visitante pudo recorrer un itinerario de artes plásticas, desde el tapiz de La Creación, tallas románicas, retablos góticos de Jaume Huguet, hasta las últimas tendencias representadas por Miró, Dalí y Tàpies.