Nos trasladamos en la Expo-Hemeroteca al comienzo del año 1992, una fecha donde permaneció durante unos días un pabellón sin nombre en el recinto de la Isla de la Cartuja, hoy hablamos de la transición del Pabellón de la URSS al Pabellón de Rusia.
El edificio de la antigua Unión Soviética en el recinto de la Exposición Universal continuaba sin siglas que presidiera la entrada del pabellón en aquellos primeros días de Enero de 1992 y sin la correspondiente definición de los contenidos del pabellón.
Cuando en la Isla de la Cartuja la mayor parte de los pabellones estaban en fase de finalización de obras para proseguir con la etapa de introducción de contenidos, el recinto de la Expo´92 contenía un pabellón que se pudo denominar pabellón sin nombre, el edificio que se construía primeramente a nombre de la antigua URSS.
Por ese motivo durante aquella jornada se reunieron en la Cartuja el Comisario general de la Expo’92, Emilio Cassinello, y el embajador ruso en España, I. Ivanov, quien iba a despejar todas las dudas sobre la participación de este país, que incluía la nueva nomenclatura y la exposición de contenidos del pabellón de Rusia.
Según el comisario del pabellón de la desaparecida URSS, Nikolai Filippov, pidió a los directivos de la organizadora que se insistiera en disipar cualquier incógnita sobre el pabellón, sin embargo las responsabilidades del anterior Estado recayeron sobre la República de Rusia y desde allí se decidió en última instancia que el edificio de la Isla de la Cartuja llevara finalmente el nombre de Rusia.
La fachada principal estaba compuesta de prismas giratorios de 30×30 centímetros escalonados, de forma que toda ella podía cambiar de color según programación automática.
Finalmente el cambió de nomenclatura y la toma de posesión de Rusia en el pabellón se realizó el 22 de Enero de aquel 1992.
El pabellón tenía una cara oblicua en forma de gran escalinata que simbolizaba el espíritu de superación de los hombres y la ascensión a las cimas del saber, donde se combinó una gama de cuatro colores: el rojo de la bandera de la antigua URSS, el verde de la naturaleza, el amarillo del sol y el azul que simbolizó el sueño.
El plano superior del pabellón representó (La escalera del saber), por la que el visitante probó sus fuerzas y aptitudes y amplió conocimientos de la tierra y el cosmos. La escalinata estuvo coronada por una plazoleta, donde se instaló una escultura que representaba la eterna aspiración del hombre por conocer.
El edificio tenía una planta, excepto el bloque administrativo, que fue de tres plantas, además el pabellón lo completaban una sala de exposiciones y un anfiteatro de 400 m2. que descendía hasta los sótanos.