Brasil celebró aquella jornada su Día Nacional en la Expo 92 con la presencia de un importante escritor Joao Cabral de Melo y del embajador de Brasil en España. Dentro del programa de espectáculos destacó la actuación del grupo folclórico Viva Brasil y la gran cabalgata que fue compuesta por diferentes países.
Después de los diferentes discursos protocolarios del día nacional de Brasil en el Palenque, la delegación brasileña se trasladó a Plaza de América donde visitaron el Pabellón de Brasil, que ofreció a la comitiva una degustación de Caipiriña, y diversos obsequios como pins, broches con la insignia de este país, azul y amarilla. Junto con abanicos y gorras que se repartieron entre los visitantes.
Los múltiples actos programados por los responsables del pabellón ofrecieron a los visitantes de la Isla de la Cartuja un colorido espectáculo de samba en el que también participaron mulatas brasileñas que diariamente actuaban en Plaza de América, junto con el grupo folclórico Viva Brasil, que además de los tradicionales bailes de algunas regiones de este país, trajo curiosas actuaciones en las que utilizaron raros instrumentos como las boleiras, que eran cuerdas unidas a dos bolos y que utilizaban los pastores brasileños para cazar bueyes.
Para completar aquella jornada dedicada a Brasil en la Exposición Universal de Sevilla, las azafatas del pabellón regalaron a todos los numerosos asistentes, bolsitas con pequeñas piedras semipreciosas, un total de más de cien mil se repartieron en el pabellón durante una semana.
Las actuaciones, que continuaron durante todo el día dieron paso a una gran fiesta al estilo de los carnavales de Río de Janeiro, con un desfile de samba que partió de las proximidades del Palenque para desfilar por todo el recinto. En el que sus secciones o alas estaban compuestas por unas doscientas cincuenta personas de una treintena de países participantes en la Expo 92.
La cabalgata denominada Unidos de la Cartuja, se inició casi a final de la tarde, en ella desfilarían las banderas de los pabellones participantes, junto a numerosas mulatas ataviadas con fantasías.
Con respecto al pabellón de Brasil situado en el interior de Plaza de América, contó con una representación permanente y en vivo de distintos aspectos de la realidad del país y que estaba acompañada de una proyección ininterrumpida de una película sobre Brasil en el interior del pabellón.
La conservación de la Amazonia y sus culturas nativas protagonizaron una muestra permanente en dicho pabellón.
Al caer la noche la gran protagonista de la presencia brasileña durante la Expo 92 fue las diversas jornadas dedicadas a los más diversos estilos musicales: rock, bossanova, samba, salsa, etc.
Brasil también participó con dos exposiciones conjuntas: Arte Plumario y Minería, piedras y joyas.
