La Compañía Sevillana de Electricidad celebró aquella jornada su Día de Honor en el recinto de la Isla de la Cartuja. Los actos estuvieron presididos por el presidente, Fernando de Ybarra, y el Consejo de Administración en pleno.
En 1988, Sevillana de Electricidad firmó un contrato de suministro eléctrico con la Sociedad Estatal para garantizar el abastecimiento de energía eléctrica al recinto de la Exposición Universal. Para llevar a cabo este proyecto denominado Plan Sevilla, se invirtieron unos 5.000 millones de las antiguas pesetas.
Las previsiones de demanda adicional de energía eléctrica en la Cartuja se sobredimensionaron a 80 megavatios, aunque la máxima real de consumo había sido de 60 megavatios. Esto equivale a decir que el recinto de la Expo consumió lo estipulado para el casco histórico de la ciudad, o si se quiere con otro ejemplo, equivale al consumo de una población de 250.000 habitantes. Sevillana duplicó la potencia de su área metropolitana, que de 300 megavatios pasaron a 600.
La Compañía efectuó contratos individuales de suministro de luz con participantes y concesionarios. La Sociedad Estatal de Expo 92 fue su mayor cliente, con un promedio aproximado del 50 por ciento de facturación, que se repartió entre los pabellones temáticos, el pabellón de España y los edificios Plaza de África y Plaza de América, además de los servicios varios como alumbrado, fuentes, oficinas, etc.
Se estableció un total de 600 suministros a los 111 pabellones y edificios de los espacios escénicos más el edificio Expo. Los que más consumían fueron los pabellones de España, Andalucía y Canadá. El volumen de facturación de otros pabellones, como el de Italia y Francia no fue nada despreciable tampoco, llegando en algunos momentos a los ocho millones de pesetas.
Las áreas de más consumo correspondían a la refrigeración y a la restauración en los pabellones. La hora de menos consumo en la Cartuja durante la Expo correspondió a las ocho de la mañana, cuando el mínimo de consumo en Sevilla se producía a las cuatro de la madrugada.