Castilla-La Mancha celebró aquella jornada su día de honor en la Exposición Universal de Sevilla, con la presencia de José Bono, presidente de ésta comunidad autónoma.
Dieciséis días antes de la inauguración de la Muestra, Castilla-La Mancha entregaba el edificio de su pabellón a la Expo, en un acto en el que estuvieron presentes el Consejero de Presidencia del Gobierno autónomo, Alejandro Alonso, el comisario de la Expo Emilio Cassinello, el escritor peruano Mario Vargas Llosa, los presidentes de las cinco Diputaciones Provinciales castellano-manchegas, y los de las cuatro Cajas de Ahorro de la región, entre otros.
En el libro oficial del pabellón, el presidente de la Junta de Comunidades de Castilla- La Mancha, José Bono, hizo referencia a la importancia de la Exposición como “ocasión excepcional para el encuentro de culturas y para reafirmar la solidaridad entre los pueblos”; “este es nuestro punto de destino y nos unimos satisfechos al esfuerzo de quienes hacen posible que sea una realidad viva, dinámica e innovadora”.
Esta comunidad celebró el X aniversario de su autonomía en 1992, coincidiendo con la Expo 92 y los 500 años del Descubrimiento de América, al que los antepasados castellano-manchegos estaban tan relacionados.
El objetivo de Castilla-La Mancha fue presentar lo más arraigado del patrimonio cultural clásico, combinándolo con la presencia del arte contemporáneo y de los principales valedores de éste siglo. Entre los contenidos del pabellón, se destacó la tradición, el folclore, la cultura y la vocación de futuro de la región.
Aquella jornada con motivo del Día de Honor de Castilla-La Mancha, se realizó un amplio número de actuaciones culturales, entre cuyos grupos destacan los Tambores de Hellín y Tobarra, Mazantini de Ciudad Real, Danzantes y Pecados de Camuñas, Rondalla de Tendilla de Puebla del Aljibe y danzas La Cotilla y los Danzantes de Isso de Méntrida. Estos grupos, actuaron a lo largo de aquella jornada en las diferentes puertas de entrada al recinto de la Expo, Palenque y el Pabellón de Castilla-La Mancha.
Uno de los platos fuertes del día fue la actuación del grupo de teatro “Núcleo”, que representó la obra “Don Quijote” junto al Lago.
Castilla-La Mancha celebró su día rodeado de famosos como Sara Montiel, Pepe Tous, Luis Cobos, José Luis Perales, Palomo Linares y Marina Danko, el torero Manuel Caballero, los pintores Rafael Canogar y Manuel López Villaseñor, el escultor Gustavo Torner y políticos de la región.
El Pabellón de Castilla-La Mancha fue como un pequeño museo dentro de la Expo, entre cuyas principales joyas se encontraban nueve grecos, y la Custodia de Arfe. Miles de personas podían contemplar las maravillosas obras de arte que se gestaron en estas tierras castellano-manchegas, custodiadas por Don Quijote y Sancho Panza, sobre el caballo “Clavileño”
Los contenidos del pabellón se remontaban a la época del reinado de Alfonso X, cuyos hechos más importantes se resumían en un documental de diez minutos sobre la Escuela de Traductores de Toledo; el visitante continuaba el recorrido por las “Rutas y Gentes”, de esta tierra. Los artistas contemporáneos también estaban presentes en una sala del pabellón y en la planta baja con exposiciones itinerantes.
El Pabellón de Castilla-La Mancha se situaba junto a los pabellones de Canarias y Aragón, en el Paseo Autonómico. En el Borde este del Lago de España, el visitante observaba un edificio en el que predominaba la madera y un material en boga entre los arquitectos, el acero corten. Este pabellón ocupó una extensión de terreno de 2.166 metros cuadrados, bajo cuya apariencia osca y neutra predominaron unos interiores claros, nítidos y serenos, donde se había querido reflejar sobre todo, el carácter manchego.
El recorrido transcurría por un patio interior que dividía al pabellón en dos módulos, con paredes de cristal traslúcido que aportaban una gran luminosidad a todas las dependencias interiores. El edificio tenía dos plantas; a nivel del patio había un mostrador de información-recepción, atendido por dos azafatas.
El visitante era conducido a una sala de proyecciones, con capacidad para sesenta personas, donde podría contemplarse en multivisión durante siete minutos, los avances conseguidos durante el reinado de Alfonso X “El Sabio”, centrado principalmente en la Escuela de Traductores en Toledo.
Lo más relevante de Castilla-La Mancha representados en su pabellón con fotografías de monumentos, castillos, pueblos, paisajes, rostros, fiestas, flora, naturaleza, folclore, etc., que se encontraban entre las fotografías expuestas en el pabellón.
La cerámica de Talavera, la mantelería de Lagarterana. El Corpus de Toledo y los trajes típicos de Alcarreña, destacaron entre las cientos de imágenes.
El Presidente de Castilla- La Mancha, José Bono, dedicó gran parte de sus intervenciones en el día de la comunidad, a explicar su cambio de postura sobre la presencia de Castilla- La Mancha en la Expo. <<Es bueno recordar que podríamos no haber venido>>, afirmaba durante aquella jornada, para explicar la continuación que tras haber reflexionado, habían decidido venir.
Con estos antecedentes, José Bono comenzó su discurso en el Palenque, y más tarde su intervención ante los medios de comunicación