Con la presencia de S.M. la Reina Beatriz de Holanda se celebró aquella jornada en la Exposición Universal de Sevilla el Día Nacional de Holanda.
Fue la primera representante de las Monarquías europeas que pasaron por la Expo.
Para participar en la Muestra Universal se constituyó en 1988 la Fundación Holanda-Sevilla 1992. Estuvo financiada en dos tercios por el Gobierno y el resto por patrocinadores privados. El presupuesto holandés fue de unos mil novecientos millones de las antiguas pesetas.
El elemento más llamativo de la participación holandesa fue su propio edificio, que presentó un innovador sistema de refrigeración denominado <<desert cooling>>. El equipo formado por Peter Trimp, Fred Temme, Moshe Zwarts y Rein Jansma lo habían diseñado.
El edificio fue totalmente transparente y parecía, desde dentro y desde fuera, un lugar abierto con varios pisos de altura. El revestimiento fue de un tejido sintético, por cuyo exterior resbalaba agua continuamente hasta tal punto que las azafatas cubrían a los visitantes en muchas ocasiones con paraguas cuando entraban y salían.
La evaporación del agua exigía energía calorífica del interior, refrescándolo. El sistema originaba un descenso en la temperatura de unos cinco grados. Las paredes de este singular pabellón se unían con el tejido que cubrían la parte superior para formar bolsas de aire.
Después de la Expo, el pabellón holandés fue trasladado y utilizado durante varios años como sede del parque temático arqueológico Archeon, en la localidad de Alphen aan der Rijn.
Los visitantes recorrían el pabellón mediante escaleras automáticas. La conexión con las plataformas superiores se realizaban por tres túneles multimedios, en los que había que desplazarse con cintas mecánicas mientras se recibían al unísono numerosos mensajes a través de monitores de televisión.
Los contenidos se dividieron en tres apartados: el agua, como elemento indisociable al país; la tierra, que da paso a la economía y tecnología, y la cultura. El pabellón recibía dos veces a la semana flores frescas traídas de Holanda. También el pabellón de Holanda tuvo espacios reservados para la cerveza y sus famosos quesos.
La Reina Beatriz de Holanda manifestó durante su visita a la Expo 92 que la exposición era una sorpresa constante, después de recorrer una zona del recinto durante la primera parte de su visita con motivo de la celebración del día de honor de su país, a la que acudió acompañada del Príncipe Claus y por la secretaria de Estado para el Comercio Exterior, Yvonne van Rooy, que se encargaría de la presentación oficial de las actividades organizadas por el pabellón holandés en el día nacional.
El comisario general, Emilio Cassinello, alabó la sencillez de la Casa Real holandesa que durante todo el día Nacional del país recorrió acompañada de una pequeña comitiva, en la que no figuraba ningún miembro de la casa real española.
Cassinello comentó de la Reina de Holanda, que es una Majestad tranquila con la que daba gusto visitar el recinto.
El comisario no escondió la satisfacción por el sentido de la tolerancia y pocas exigencias de la Casa Real holandesa que recorrió su pabellón dando muestras de complacencia y de cortesía hacia todos los que se encontraban en el recinto.
La Reina Beatriz y el Príncipe Claus saludaron desde la entrada al pabellón holandés al público que se había concentrado, curioso, en los aledaños del edificio.
Tras recorrer las instalaciones, los responsables del pabellón, en un acto informal en el bar del pabellón, regalaron una pequeña maqueta de la construcción holandesa hecha en plata.