Un despliegue de atracciones y espectáculos coronó aquel 11 de agosto de 1992 los actos de celebración del Día de Honor de Coca-Cola en la Expo’92.
Los actos comenzaron a las nueve de la mañana en las distintas entradas de acceso al recinto, donde un grupo de treinta patinadoras repartieron a los visitantes el programa del día, que era valido además para el sorteo de un coche y un pin exclusivo de aquella jornada.
Al mismo tiempo, en los Jardines del Guadalquivir tuvo lugar un curioso espectáculo: la reproducción a escala de una muralla hecha con más de veinte mil cajas de refrescos, que imitaban al recinto amurallado de la basílica de la Macarena.
A las diez y media, como venía siendo habitual en los día de honor de cada país o empresa patrocinadora, el presidente de Coca-Cola, Juan Manuel Sáinz de Vicuña, fue recibido por el Secretario de Estado para las Administraciones territoriales, José Francisco Peña Díaz y el Secretaria General de la Expo 92, Juan Cruz Correas.
Posteriormente ambas comitivas se trasladaron al Palenque, donde tuvo lugar la ceremonia oficial de apertura de este Día de Honor, que contó con los discursos de ambos representantes.
Una vez finalizados los discursos en el acto de apertura, se dio paso a la actuación del grupo <<Viva la Gente>>, compuesto por ciento cincuenta jóvenes de más de veinte países diferentes, que recordando antiguos temas musicales, consiguieron hacer las delicias del público.