El Pabellón de España en la Expo patrocinó el Gran Premio Mundial de Aerostación, una actividad con la que saludaron al nuevo año en las tres ciudades que marcaron aquel 1992 como su gran escaparate: Madrid, Barcelona y Sevilla.
Más de cien globos de treinta países diferentes, cuyas tripulaciones supusieron un total de trescientas personas, estuvieron aquel 31 de Diciembre en el cielo de Sevilla. Entre ellos, el famoso especialista español Jesús González Green, quien pilotó el globo dedicado al Pabellón de España.
Desde distintos lugares de la ciudad despegaron simultáneamente aquel último día del año para convertir el cielo de Sevilla en una fiesta multicolor como exhibición del campeonato. Después, en un escenario que se instaló en el Prado de San Sebastián, rodeado de muchos aerostatos, se invitó a los sevillanos a participar en la alegría de las primeras horas del tan esperado 92 en una fiesta de fin de año organizada de forma conjunta por el Pabellón de España y el Ayuntamiento de Sevilla para dar la bienvenida oficial al año 1992, subrayado a cada campanada con la elevación de un globo aerostático. De esta manera coincidiendo con la estancia de los pilotos y sus globos aerostáticos en Sevilla, doce de los aparatos que participaron en la competición surcaron en la medianoche de aquel 1 de Enero de 1992 el cielo sevillano para festejar la llegada del nuevo año.