08-08-1992. Se celebra el Día Nacional del Congo en Expo 92

#expohemeroteca: 8 de agosto de 1992

Entrada pabellón del Congo en Expo 92.

El Congo celebró aquella jornada su Día Nacional en la Expo 92. Los congoleños conmemoraron este día con un conjunto de actos protocolarios y culturales presididos por el ministro de Economía del Congo, Jean Luc Malekat y el ministro de Educación y Cultura, Justin Kuomba.

La nación centroafricana estuvo presente en la Exposición Universal de Sevilla con un pabellón en Plaza de África, junto a otros trece países del continente africano.

Los contenidos del pabellón del Congo fueron principalmente las tallas de madera de ébano de diferentes colores, realizadas a mano, Una gran cabeza de madera de más de un metro de altura presidió la entrada del pabellón, con un pequeño ticket que indicaba su precio: 160.000 de las antiguas pesetas. En las paredes se colgaron cuadros de cobre y madera con representaciones cotidianas: un pueblecito de pescadores, una playa, un grupo de congoleños, etc.

Bandera de la República del Congo hasta 2006.

Cientos de esculturas de madera, talladas por artesanos congoleños, como el artesano que estuvo permanentemente en el pabellón realizando estas tallas, se exhibieron a los visitantes como parte de la cultura de este país africano. Estas esculturas recordaban en sus formas alargadas y finas a Glacometti, aunque el hecho de que estas figuras seas así no se debía a algo en particular.

Plaza de África.

El recorrido por el pabellón continuaba más allá del pequeño puente de madera que cruzaba un río e introducía al visitante en una cabaña típica. Esta choza, realizada con maderas y ramas secas, representaba a las casas de los habitantes de las zonas más agrícolas del país. En una fotografía se contempla el mismo paisaje representando en esa del pabellón.

Pintura expuesta en el Pabellón del Congo.

En una estantería de esta choza se encontraba algunos productos naturales procedentes de la selva y de las tierras congoleñas: miel, azúcar moreno, agua mineral, café y la cerveza que sedujo a los americanos. La cerveza Ngok, reconocible por el cocodrilo que ilustraba sus botellas.

Todo el pabellón es como una tienda, puesto que todos los artículos expuestos estuvieron a la venta. El visitante podía encontrar desde telas de algodón con diferentes colores y dibujos hasta un conjunto completo de muebles de madera, compuesto de mesa y sillas de caoba escultada.

En una vitrina se expusieron las riquezas del país, como la madera, procedente de los diferentes árboles de sus selvas: Wengue, Ebiara, Movingui, Olón, etc; y los minerales: malachita, azurita y cuarzo. El visitante volvía a cruzar el puente y se encontraba la tienda del pabellón: un mostrador donde podías comprar cualquier tipo de adorno (collares, pendientes y pulseras de malaguita) o tallas de madera de ébano (gris, negro y natural) con formas de mujer, viejos, niños o conjuntos de mujeres y hombres africanos bailando.