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El Congo celebró aquella jornada su Día Nacional en la Expo 92. Los congoleños conmemoraron este día con un conjunto de actos protocolarios y culturales presididos por el ministro de Economía del Congo, Jean Luc Malekat y el ministro de Educación y Cultura, Justin Kuomba.
La nación centroafricana estuvo presente en la Exposición Universal de Sevilla con un pabellón en Plaza de África, junto a otros trece países del continente africano.
Los contenidos del pabellón del Congo fueron principalmente las tallas de madera de ébano de diferentes colores, realizadas a mano, Una gran cabeza de madera de más de un metro de altura presidió la entrada del pabellón, con un pequeño ticket que indicaba su precio: 160.000 de las antiguas pesetas. En las paredes se colgaron cuadros de cobre y madera con representaciones cotidianas: un pueblecito de pescadores, una playa, un grupo de congoleños, etc.
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Cientos de esculturas de madera, talladas por artesanos congoleños, como el artesano que estuvo permanentemente en el pabellón realizando estas tallas, se exhibieron a los visitantes como parte de la cultura de este país africano. Estas esculturas recordaban en sus formas alargadas y finas a Glacometti, aunque el hecho de que estas figuras seas así no se debía a algo en particular.
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El recorrido por el pabellón continuaba más allá del pequeño puente de madera que cruzaba un río e introducía al visitante en una cabaña típica. Esta choza, realizada con maderas y ramas secas, representaba a las casas de los habitantes de las zonas más agrícolas del país. En una fotografía se contempla el mismo paisaje representando en esa del pabellón.
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En una estantería de esta choza se encontraba algunos productos naturales procedentes de la selva y de las tierras congoleñas: miel, azúcar moreno, agua mineral, café y la cerveza que sedujo a los americanos. La cerveza Ngok, reconocible por el cocodrilo que ilustraba sus botellas.
Todo el pabellón es como una tienda, puesto que todos los artículos expuestos estuvieron a la venta. El visitante podía encontrar desde telas de algodón con diferentes colores y dibujos hasta un conjunto completo de muebles de madera, compuesto de mesa y sillas de caoba escultada.
En una vitrina se expusieron las riquezas del país, como la madera, procedente de los diferentes árboles de sus selvas: Wengue, Ebiara, Movingui, Olón, etc; y los minerales: malachita, azurita y cuarzo. El visitante volvía a cruzar el puente y se encontraba la tienda del pabellón: un mostrador donde podías comprar cualquier tipo de adorno (collares, pendientes y pulseras de malaguita) o tallas de madera de ébano (gris, negro y natural) con formas de mujer, viejos, niños o conjuntos de mujeres y hombres africanos bailando.