El Día Nacional de Sudáfrica estuvo presidido por la esposa del Presidente de Sudáfrica, Marike de Klerk, y el viceministro de Asuntos Exteriores Reninr Schoeman.
El pabellón sudafricano presentó una imagen sencilla debido a su tamaño, un pabellón que estuvo en la Muestra Universal para darse a conocer al mundo en un momento trascendental que vivía este país en su historia.
El pabellón estaba formado por dos cúpulas coronadas por conos de latón y un elemento esférico, tridimensional y giratorio, compuesto por paneles de espejos de colores, que simbolizaba la riqueza mineral y la competencia tecnológica de Sudáfrica.
El interior del pabellón de ambiente fresco y oscuro, con techos altos de color azul y puntos luminosos, daba el efecto de un cielo nocturno.
En las cuatro esquinas del pabellón, unas grandes pantallas de video exhibieron continuamente imágenes de Sudáfrica, sus gentes, sus características tradicionales y modernas y su contribución al desarrollo de África y resto del mundo.
El pabellón de Sudáfrica simbolizó el futuro y la riqueza de un país que quería olvidarse de su pasado y empezar a vivir armoniosamente sin problemas raciales y étnicos.
El techo del pabellón estaba compuesto por dos torres, adaptación arquitectónica que simulaba las casitas tradicionales donde vivían la mayoría de la población negra, pero con un toque vanguardista, que simbolizaba su apertura al cambio.
Entre los contenidos que albergó en su interior, destacó la calavera de un niño, descubierta a principios de siglo XX y que data de más de dos millones de años. Esta calavera, conjuntamente con otros hallazgos arqueológicos posteriores de gran relevancia, formaron un stand bautizado como la <<Cuna de la Humanidad>>, que quería dar a entender que todos los habitantes de la tierra tenemos un pasado común, según palabras de Alexander Stander.
El pabellón mostró, también hallazgos posteriores, con documentación relativa a las investigaciones arqueológicas de cada uno de los mismos.
Bajo el lema <<Listos para el siglo XXI>>, Sudáfrica dio a conocer a los visitantes de su pabellón numerosas herramientas de alta tecnología, como las de cortar diamante. También informó en su pabellón de su participación en 150 satélites internacionales. Las pruebas de los mismos se hacían en cielo sudafricano y las órdenes se daban desde allí.
De su geografía, el pabellón presentó a la Ciudad del Cabo como una gran zona turística, con excelentes hoteles, playas, reservas naturales, viñedos de gran importancia y la práctica de numerosos deportes, muchos de ellos relacionados con el mar.