Telefónica, como socio tecnológico y proveedor oficial en telecomunicaciones de Expo 92, celebró aquella jornada su día de honor en la Exposición Universal de Sevilla.
El presidente de la compañía, Cándido Velázquez, estuvo al frente del Comité Ejecutivo, la Comisión Directiva y el Consejo de Administración, que se reunieron en Sevilla durante su día de honor en la Isla de la Cartuja.
Fueron recibidos en el Camino Real por el secretario general de la Comisaría, Juan Cruz Correas, y la secretaria general de Comunicaciones, del Ministerio de Obras Públicas y Transportes, Elena Salgado, posteriormente, visitaron el Pabellón de las Telecomunicaciones, donde Telefónica era el principal artífice, junto a otras compañías europeas.
Su actividad en un día de honor era distinta a la que podía organizar un país participante. Lo más destacado fue el reparto gratuito, por las calles del recinto de la Expo, de 40.000 tarjetas magnéticas, por valor de 100 pesetas cada una, para las cabinas que contaban durante aquel 1992 con esta posibilidad técnica de pago y uso, que es la que se iba imponiendo paulatinamente en el mundo hasta que llegaron los primeros móviles convencionales adaptados al bolsillo.
En la Expo 92 hubo 800 cabinas de teléfonos con posibilidad de ser utilizadas con tarjetas de prepago.
Cuatrocientas personas de la compañía Telefónica trabajaron a diario en la Expo. La inversión de Telefónica en la Isla de la Cartuja ascendió a nueve mil millones de las antiguas pesetas y en el recinto hubo cuatro centros de comunicaciones para el público, equipados de teléfonos, fax y audio conferencia; una de ellas incluso tenía una sala de videoconferencia.
Sevilla, y sobre todo la Expo, vivió la eclosión de la telefonía móvil, durante la Muestra Universal se realizaban en el recinto a través de teléfonos móviles unas 30.000 llamadas al día, una cantidad de llamadas y aparatos móviles que no se había visto una situación similar en España hasta esa fecha.
En total se realizaban al día un promedio de unas 135.000 llamadas desde la Isla de la Cartuja, 40.000 de ellas se realizaban desde las cabinas.
Al recinto de la Expo 92, Telefónica le había dado la categoría de provincia, y así, contó con más cabinas que cuarenta de las provincias españolas.
La fibra óptica fue uno de los mitos ligados a la Expo 92. Fue indiscutible que Sevilla, y con ella Andalucía, había dado un salto de muchos años por la creación de importantes infraestructuras realizadas en el recinto de la Isla de la Cartuja.
En la provincia de Sevilla, entre 1988 y 1991, Telefónica había invertido cien mil millones de pesetas. Esta cifra no se limitó solo a atender las necesidades derivadas de la Exposición Universal, sino que sirvió para poner en servicio unas infraestructuras que convirtieron a Sevilla en uno de los nudos de comunicaciones más importantes de España durante aquel 1992.
Los puntos básicos de este nudo de comunicaciones fueron las dos centrales telefónicas de Red Digital de Servicios Integrados (RDSI) que funcionaron en la isla de la Cartuja con un complejo entramado de fibra óptica que recorría el subsuelo de la Expo formado por siete anillos digitales; el Centro de Comunicaciones por Satélite de Carmona; el Centro Internacional y Telepuerto de Pineda; un conjunto de sistemas de fibra óptica a 525 megabits por segundo que conectaban todas las instalaciones con la red telefónica y, por óptica que entraba en servicio en España a 2,5 gigabits por segundo.
