La cita de este pasado 18 de Octubre nos llevó por un recorrido por la zona sur de la Isla de la Cartuja para recorrer en unas dos horas y media el legado cultural que nos dejó la Muestra Universal de Sevilla, y adentrarnos en su presente científico y tecnológico.
Todo comenzó en los alrededores del hermoso Pabellón de Marruecos, hoy sede de la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo. Desde allí recorrimos las primeras historias del pasado de este pabellón cedido por el Reino de Marruecos para uso de la citada Fundación y de la cual su arquitectura representa una elaborada muestra del arte marroquí y las habilidades de sus artesanos.
Posteriormente nos trasladamos a una de las avenidas de la Isla de la Cartuja para observar uno de los edificios que dieron vida a la Expo’92, el Pabellón de Kuwait, que sorprendía por las formas que adaptaba su estructura en 1992.
Todo el mundo recordaba a su paso por el Pabellón de Chile el famoso iceberg que se expuso durante los 6 meses de la muestra en la ciudad de Sevilla en aquellos meses de altas temperaturas.
Cruzamos otra de las avenidas de la Isla de la Cartuja con la famosa fuente de cascada que refresca el ambiente y nos recuerda a su paso que el agua fue otro de los grandes complementos de la Exposición Universal de Sevilla.
Uno de los pabellones que más sorprendió por su cambio en su estructura después de la Muestra fue el pabellón de Cuba. Los visitantes lo recuerdan comparando la imagen de ayer y de hoy.
Antes de finalizar esta avenida no olvidamos otro de los grandes pabellones como el de Canadá, así como el hermoso pabellón de Mónaco.
Ya en el ecuador de las visitas realizamos un recorrido por las diferentes esculturas del jardín o pradera del Monasterio de la Cartuja.
En la puerta de entrada principal del Monasterio los visitantes se fueron adentrando en la historia de este peculiar recinto que forma parte de los cuatro monasterios cartujos que hay en Andalucía, y que desde 1997 es sede del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Andalucía y de la Universidad Internacional de Andalucía. Además, en los edificios aledaños se sitúa también la sede del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico.
En sus jardines podemos encontrar el famoso ombú que, según la tradición, plantó Hernando Colón, hijo de Cristóbal Colón.
Después del recorrido por el monasterio cartujo, los visitantes se adentraron en el edificio inteligente que es como se le conocía en 1992 al Edificio Expo.
El final de las visitas se realizó desde las alturas con vistas panorámicas de toda la Isla de la Cartuja y de la ciudad de Sevilla.
Agradecemos su asistencia a cada uno de los visitantes y a las empresas colaboradoras PCT Cartuja, Centro Andaluz de Arte Contemporáneo y Pabellón de la Navegación.
Os esperamos en las próximas visitas.