El universal tenor español Plácido Domingo, que fue durante la Expo, asesor para temas líricos de la Muestra, visitó en aquella jornada el recinto de la Isla de la Cartuja donde conoció in situ el proyecto del Auditorio de la Cartuja, que fue uno de los grandes referentes en los espectáculos musicales de la Expo’92 junto al Palenque y Plaza Sony.
La Expo’92 supuso la oportunidad de devolver a Sevilla la vida lírica que tiene por tradición, gracias a la infraestructura de espectáculos que se estaba construyendo en aquel 1989 y a una programación de ópera diseñada para la muestra y que supuso el punto de arranque de aquellas temporadas y festivales con los que la ciudad de Sevilla pudo contar después de la Exposición de 1992.
Obras de Verdi, Bizet, Mozart, Rossini, o Beethoven encabezaron el fabulo programa lírico que tuvo como base la ciudad de Sevilla como inspiradora de grandes piezas musicales. Autores Españoles como Falla, Albéniz, Turina, Torroba o Penella completaron según Plácido Domingo una programación de gran altura, diseñada con vocación de continuidad.
Plácido Domingo durante su visita aquel 23 de Enero de 1989 en la Isla de la Cartuja, destacó la velocidad con la que se trabajaba en el recinto de la Expo y declaró sentirse afortunado por participar en la Expo’92, donde declararía las siguientes palabras:
<< Ha sido un honor que se pensara en mí para tomar parte como asesor lírico en este acontecimiento de tanta relevancia, a pesar de la gran cita olímpica de Barcelona y la elección de Madrid como capital cultural de Europa, creo que la Expo’92 va a ser lo más significativo de ese gran año para España>>