Curro y Cobi, las mascotas de la Expo 92 y de los Juegos Olímpicos Barcelona 92, se conocieron en aquel 16 de Febrero de 1990 en la Isla de la Cartuja, sede la Exposición Universal de Sevilla, donde se abrazaron y saltaron y corrieron ante la mirada de Jacinto Pellón y José Miguel Abad, consejeros delegados de ambos acontecimientos.
Curro cumplió a la perfección con su papel de anfitrión y llevó a Cobi de la mano por las instalaciones de la Muestra Universal de 1992.
Las mascotas, que sorprendieron a organizadores, obreros y visitantes por su simpatía y jovialidad, se abrazaron ante las cámaras de fotógrafos y televisión, que plasmaron su primer encuentro ante el centenario monasterio de la Cartuja, sede en 1992 del Pabellón Real, que albergó en el siglo XVI la tumba de Cristóbal Colón.
Tras posar para los medios de comunicación, las mascotas, que rondaban los dos metros de altura, se dirigieron a la carpa en la que estaban instaladas las maquetas de la Exposición sevillana.
Curro cedió el paso a su colega catalán y ambos caminaron juntos por el recinto, haciendo olvidar las tensiones que la celebración de estos dos acontecimientos había suscitado entre las dos ciudades.
En este escenario, Curro tomó el puntero que utilizaban las azafatas de la Expo para explicar a los visitantes los pormenores de los edificios que se estaban instalando en la Isla de la Cartuja durante aquellos años previos de la Muestra y se ocupó de mostrar a su acompañante los detalles de la maqueta de la Expo’92.
Entre saltos y piruetas sobre un pie, los dos se acercaron a un grupo de jóvenes que visitaban el recinto y que se vieron sorprendidos por la aparición de las dos mascotas, con las que se abrazaron e hicieron numerosas fotografías.
La mascota Curro fue diseñada por Heinz Edelmann, el alemán responsable del diseño de la película El submarino amarillo, Curro es un pájaro con patas de elefante, una gran cresta multicolor y un pico cónico con los mismos colores haciendo referencia a los cinco continentes y su nombre fue la forma familiar dada en Andalucía a los llamados Francisco.
La mascota Cobi fue diseñada por el español Javier Mariscal, presentada oficialmente el 15 de marzo de 1988, representa un perro de estilo cubista, inspirado en la raza del pastor catalán (gos d’atura ). Su nombre está basado en las siglas del Comité Organizador de las Olimpiadas de Barcelona (COOB).